El método que usamos consiste de dos pasos sencillos:
1. Proclamar el concepto bíblico del matrimonio.
2. Implementar pasos concretos consecuentes.
La realidad es que Dios es el diseñador del matrimonio y no existe un “Plan B”. Solamente hay una manera de tener un excelente matrimonio y construir una familia segura, y esa manera es simplemente seguir el diseño divino. No hay otras opciones.
Todos los métodos seculares para rescatar al matrimonio y salvar a la familia finalmente fracasan porque no toman en cuenta dos principios fundamentales:
1. Dios es el diseñador de la institución matrimonial y la estructura familiar, y por lo tanto el matrimonio y la familia solamente funcionan bajo ese diseño. Tratar de variar del diseño divino siempre resulta en fracaso.
2. El factor más importante para tener un buen matrimonio es tener una buena relación con Dios. Si uno no está bien con Dios, es imposible desarrollar un buen matrimonio. Una buena relación matrimonial depende de una buena relación con el Creador.
2. Implementar pasos concretos consecuentes.
La realidad es que Dios es el diseñador del matrimonio y no existe un “Plan B”. Solamente hay una manera de tener un excelente matrimonio y construir una familia segura, y esa manera es simplemente seguir el diseño divino. No hay otras opciones.
Todos los métodos seculares para rescatar al matrimonio y salvar a la familia finalmente fracasan porque no toman en cuenta dos principios fundamentales:
1. Dios es el diseñador de la institución matrimonial y la estructura familiar, y por lo tanto el matrimonio y la familia solamente funcionan bajo ese diseño. Tratar de variar del diseño divino siempre resulta en fracaso.
2. El factor más importante para tener un buen matrimonio es tener una buena relación con Dios. Si uno no está bien con Dios, es imposible desarrollar un buen matrimonio. Una buena relación matrimonial depende de una buena relación con el Creador.